«Faltan fuentes»: el terrorífico error y lo que implica para una agencia.

Todo el mundo conoce el sentimiento de estar con el agua al cuello, pero ¿y el mensaje de error «Faltan fuentes»? Es igual de frustrante para quienes tratan de sacar adelante su trabajo de diseño, repercute de forma negativa en todas las operaciones de la agencia y puede dañar la confianza que los clientes depositan en ti.

El error que indica que faltan fuentes se muestra cuando tu ordenador no encuentra el archivo de una fuente que se usa en un proyecto concreto. Por tanto, el trabajo se interrumpe hasta que la fuente correcta se encuentra, se instala o actualiza, y se sincroniza con la aplicación de diseño.

Este error paraliza el trabajo y se hace notar en los plazos, los presupuestos, el nivel de estrés de los equipos creativos y (quizá lo más importante) en los planes y objetivos de tus clientes. A continuación, se describe la situación típica.

Abanico de emociones.

Imagina la escena: acabas de servirte un café o una bebida que te guste, tienes de fondo tu lista de reproducción favorita y te dispones a abrir un nuevo archivo de diseño de un proyecto muy interesante. En cuanto se carga, el error se burla de ti desde la pantalla: «Faltan fuentes». ¡Vaya!

En función del proyecto, el ámbito, la fecha de entrega y los factores externos asociados al trabajo, puede que experimentes una gran variedad de emociones: desde el enfado hasta auténtico pánico y nerviosismo.

El precio de perder el tiempo.

Una vez que las emociones se calman, llega el momento de ponerse manos a la obra: hay que buscar la fuente que falta en otro ordenador o en algún rincón de un servidor. Si es necesario, también habrá que actualizar los archivos de la fuente o instalar archivos nuevos.

Sobra decir que esto tampoco ayuda cuando tienes que entregar el diseño en un plazo muy corto. Todo el tiempo que dediques a encontrar una fuente se lo estarás quitando a trabajar en el proyecto en sí. Además, puede que tengas que llamar al administrador o la administradora, o bien a la persona que gestiona el proyecto, para ver si alguien sabe dónde encontrar la fuente.

Para finalizar, aunque quizás esto sea lo último que se te pase por la cabeza, tienes que asegurarte de que tú o tu empresa disponéis de la licencia adecuada para usar la fuente en cuestión. Seguir estos pasos cada vez que falta una fuente consume tiempo y energía mental que podría haberse dedicado a trabajar en un proyecto. El sentimiento de estar con el agua al cuello, aunque sea desesperante, es más fácil de solucionar… o, al menos, en la mayoría de los casos lo es.

El peor de los casos.

Sin duda, la fase de búsqueda es la que más tiempo puede conllevar cuando falta una fuente. Si hay suerte, puede que el problema se resuelva aquí. Si no la hay, llegamos a la tercera fase de lo que implica que falte una fuente: que no la encuentres.

Por lo tanto, el personal correspondiente, como las personas que administran el equipo creativo, tiene que comprarla. Cuando se compra una fuente, cabe recordar que no se trata solo de esta y del tipo de letra: también hay que tener en cuenta la licencia que la acompaña y su instalación en tu ordenador.

En función de la jerarquía que rija tu equipo, puede que también se tarde cierto tiempo en recibir la aprobación de las partes interesadas correspondientes (como los clientes, el personal de TI o el departamento de Finanzas) para poder comprar la fuente. En definitiva, este problema no solo afecta a quien diseña, sino también a otros perfiles de la empresa, lo que añade tiempo de inactividad.

En este punto, los plazos de proyecto fijados pueden saltar por los aires también y dar la impresión de que tu agencia no ha actuado con la diligencia debida. Cuando esto ocurre con un cliente tras otro, tu reputación se resiente.

¿Por qué deberías preocuparte por esto?

El error «Faltan fuentes» tiene implicaciones más graves.

Cualquier persona dedicada al diseño conoce dichas implicaciones bastante bien. Lo imprescindible es que todo el equipo sea consciente de la gravedad de este error, que provoca importantes retrasos en los proyectos y, a largo plazo, puede llegar a dañar la reputación de una agencia.

Un buen equipo trabaja codo con codo y se ayuda mutuamente. Ningún problema, por pequeño que sea, debe ignorarse, sobre todo si tiene consecuencias en el trabajo de la agencia para sus clientes. En resumen: el error «Faltan fuentes» no es un problema menor.

¿Qué soluciones hay? Lo primero es tratar de evitar que surja. Un buen punto de partida es contar con un sistema de fuentes que sirva de ubicación central para todos los ordenadores. Debe tener un método de inicio de sesión sencillo, garantizar una gestión adecuada de las licencias y actualizar automáticamente los archivos de fuentes.

Una solución como esta dota a tu equipo creativo de las herramientas para prosperar y triunfar. En definitiva, te quitarás un quebradero de cabeza. No solo evitarás que se muestre el error «Faltan fuentes», sino que también reducirás el estrés que conlleva. ¿Quién no firmaría con los ojos cerrados?

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«Faltan fuentes»: el terrorífico error y lo que implica para una agencia.
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