Cuatro tendencias populares de 2023 en el diseño de portadas de libros.

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« La tipografía no solo comunica la información objetiva de un libro (como su título, subtítulo y el autor o autora), sino también aspectos intangibles como el tono, el género y el público al que va dirigido. »

Esta publicación es un artículo redactado por una colega de Reedsy, un sitio web que conecta a autores y autoras con profesionales de la industria editorial.

Como amante confesa de la lectura, una de mis aficiones favoritas (además de leer) es deleitarme con la belleza de mi biblioteca. Y aunque hay quien sigue insistiendo en que no debemos juzgar a los libros por sus portadas, la presentación visual desempeña un papel fundamental a la hora de transmitir información esencial sobre un libro y de crear productos de consumo atractivos.

Cuando se aborda el diseño de la portada de un libro, las imágenes suelen acaparar todo el protagonismo. Sin embargo, la tipografía es un elemento fundamental en lo que respecta tanto a la funcionalidad como al aspecto visual de la portada, ya que transmite información clave como el título y el nombre del autor o la autora, y da una idea sobre el género y la temática. Por ello, en este artículo, analizo las publicaciones recientes o próximas de libros de diversos géneros para que te hagas una idea de las tendencias tipográficas actuales en la industria editorial.

Letras de palo seco sin florituras y en negrita.

Una tendencia difícil de evitar es el uso de tipos de letras de palo seco gruesas y sencillas sobre fondos recargados o llamativos. Por ejemplo, en la portada de Yellowface (Amarilla), una novela de ficción escrita por R. F. Kuang, se utiliza una tipografía parecida a American Typewriter para el nombre de la autora y el texto que aparece debajo, pero una letra de palo seco comprimida y en negrita para el título. Se trata de una portada minimalista y sin tapujos que genera intriga y es directa y visualmente agradable.

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La superposición de letras de palo seco sobre diseños o colores vibrantes es un recurso popular en el género de la ficción literaria, especialmente cuando el fondo está un poco recargado. Si quieres ver algunos ejemplos, echa un vistazo a las portadas de Hello Beautiful (Hola, Preciosa), de Ann Napolitano, The Late Americans, de Brandon Taylor, y The Great Reclamation, de Rachel Heng.

Pero no solo la ficción literaria ha adoptado esta tendencia de diseño. También la vemos, con una iteración ligeramente diferente, en las obras de los géneros de misterio, thriller y novela policíaca:

 

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No hay nada especialmente innovador en el uso de esta tipografía llamativa en los diseños de las portadas; sin embargo, parece que es una tendencia que ha llegado para quedarse. Funciona bien tanto en el sentido estético como en el práctico: la tipografía clara y prominente ayuda a identificar rápidamente la información clave, mientras que su relativa sencillez permite a diseñadores y diseñadoras de libros utilizar imágenes llamativas sin alterar la jerarquía visual. Prácticamente, no hay interacción entre las imágenes y la tipografía, pero ninguna le resta protagonismo a la otra; se complementan para crear un efecto llamativo pero equilibrado.

¿Quieres ver más estilos similares? Echa un vistazo a las tendencias «Superhero» o «Super Sober» del Informe de tendencias en tipos de 2023 de Monotype.

Fuentes manuscritas de aspecto desordenado, pero con la calidad de la escritura a mano.

Otra gran tendencia son las letras manuscritas o los tipos de letras con aspecto de garabato. Se trata de una tendencia especialmente presente en las autobiografías, donde la textura de la escritura a mano sirve como recordatorio de que el lector o lectora está a punto de leer algo profundamente personal e íntimo, casi como si lo escribiera el autor o la autora de su puño y letra (aunque a lo mejor sea obra de un escritor o escritora fantasma).

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En algunos casos, como en Biting the Hand y B.F.F., este tipo de letra se reserva para los subtítulos y otras fórmulas de texto, mientras que, para el título, se utilizan letras de palo seco, lo que supone la combinación de dos tendencias a la vez y da a las portadas un aire literario. En otros casos, como en Zig-Zag Boy y Good Girls, el tipo manuscrito e irregular se utiliza en todas partes, y se recurre a distintos tamaños y a la negrita para aportar textura y conseguir un efecto más dinámico.

Esta tipografía garabateada y desordenada no se utiliza únicamente en autobiografías. También la vemos en muchas portadas de ficción literaria, como en la escritura desordenada, tipo rotulador, de Bellies de Nicola Dinan, o en los trazos en pizarra de Birnam Wood de Eleanor Catton. Por otro lado, tanto la escritura irregular de Evil Eye como las curvas suaves de The Humble Lovers captan la atención del lector o lectora a través de trazos suaves o desenfadados, que combinan increíblemente bien con el dibujo infantil del ojo y la pintura artística al óleo del bailarín. La tendencia «Liquify» de Monotype del informe de tendencias de este año encaja perfectamente aquí.

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El uso de esta clase de tipografía abre un sinfín de posibilidades para dotar de personalidad e individualidad al diseño, ya que la inclinación específica y la claridad (o la falta de ella) de la escritura a mano hablan del espíritu del libro.

Fuentes editoriales con remate.

Obviamente, los diseñadores y diseñadoras de portadas de libros no se han olvidado de las fuentes con remate, y siguen utilizándolas con frecuencia en la ficción comercial, normalmente dirigida a un público que valora tanto la historia del libro como su diseño. Estas portadas apuestan por fuentes elegantes y estilizadas, que hacen pensar en contenidos sofisticados.

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Lo que tienen en común es que, a diferencia de las portadas recargadas que acabamos de ver, estas tienen fondos sencillos, realistas, fotográficos o lisos, con uno o dos elementos principales. Hablamos de un estilo similar a los diseños minimalistas que hemos visto en la tendencia «Super Sober» de Monotype. Por sí solas, pueden parecer un poco simples, así que en lugar de utilizar un tipo de letra de palo seco para equilibrar un diseño que, de otro modo, estaría saturado, las fuentes con remate añaden un elemento de interés visual y dimensión al diseño.

La fotografía de una mujer imitando una pistola con la mano de Stone Cold Fox, por ejemplo, le da al libro un aire de revista de lujo, lo que se refuerza con la esbelta letra con remate de color verde lima que se extiende hasta los bordes de la portada. Del mismo modo, a la fotografía de una mujer desesperada de Natural Beauty se le superpone un tipo de letra estilizada y redondeada para darle un toque más suave (quizá para recordar al lector o lectora las curvas de un cuerpo) y lograr un contraste con las agujas punzantes y los extremos afilados de los remates, quizás con el objetivo de insinuar el castigo que la protagonista se infligirá a sí misma en nombre de la belleza. El tipo de letra ampliada y delgada con remate presente en My Nemesis, superpuesta sobre un borde blanco con una pieza de diseño central, nos recuerda a las revistas de alta costura con tipografías didonas. Por su parte, en la portada de Flux, se utiliza un amarillo limón saturado como base, pero una fuente con remate nítida y cursiva que abarca toda la portada y se mezcla con los hologramas abstractos. La letra de palo de seco que funciona bien con las ilustraciones de Yellowface podría perderse en los potentes gráficos de Flux, que requieren una fuente con algo más de fuerza.

Regreso al pasado con tipos de letras retro.

Por último, estamos viendo muchos tipos de letras retro en las portadas de ficción de géneros como el terror, el crimen o el suspense: desde los aires de romance vampírico ambientado en los ochenta que inspira Burn the Negative, con letras que evocan colmillos, hasta la estética tipo «slasher» de la portada de Silver Nitrate, en letras metálicas con remates apenas perceptibles. Estas portadas que evocan la estética de obras de culto confieren al libro un aire espeluznante y nostálgico al mismo tiempo.

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Combinadas con colores primarios saturados e imágenes llamativas, estos tipos de letras retro llevan a los lectores y lectoras a hacer asociaciones con la cultura pop y evocan la atmósfera que reinará en el libro. Esto es especialmente eficaz en la ficción de género, cuyo público suele buscar otra versión de algo que ya ha disfrutado en el pasado; es decir, tramas similares que se desarrollen de formas nuevas, aunque conocidas. Esto es justo lo que ocurre con esta clase de tipografía.

La tipografía no solo comunica la información objetiva de un libro (como su título, subtítulo y el autor o autora), sino también aspectos intangibles como el tono, el género y el público al que va dirigido. Es una parte vital en el diseño de la portada de un libro que, al igual que las imágenes, cambia con las modas y tendencias. Resulta imposible abarcarlas todas en este artículo y, por supuesto, siempre habrá portadas que se ajusten a las modas que hemos observado y otras que vayan a contracorriente. No obstante, espero que, a través de cuatro grandes pinceladas, este artículo te haya servido para formarte una idea general de lo que se lleva actualmente en el sector editorial.

Linnea Gradin escribe sobre literatura y el mundo editorial en Reedsy, un sitio web que pone en contacto a autores y profesionales de la edición y ofrece consejos sobre temas generales; por ejemplo, cómo elaborar un audiolibro o qué software de redacción conviene utilizar para obtener los mejores resultados.

Cuatro tendencias populares de 2023 en el diseño de portadas de libros.
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