¿Sabrías reconocer a la Futura auténtica?

« Futura ha llegado incluso a la Luna, ya que es la fuente protagonista de la placa que los astronautas de la NASA dejaron en 1969. Sin embargo, aquí en la Tierra, cuando vemos el tipo de letra Futura, lo más probable es que estemos viendo una aproximación a la fuente. »

La familia Futura Now de Monotype marca el renacimiento y la ampliación de un tipo de letra muy popular que todos y todas conocemos muy bien. ¿Pero realmente la conocemos tan bien?

Si la fuente Futura te resulta familiar, seguramente tengas la sensación de que te ha acompañado toda la vida en señales, carteles, anuncios, obras de arte, etc. La conocida letra de palo seco geométrica ha desempeñado un papel destacado en la cultura popular durante los últimos 93 años.

Por ejemplo, con Futura, Nike nos invita a pasar a la acción con su eslogan «JUST DO IT». Además, ha definido el aspecto de Volkswagen, Ikea, Louis Vuitton y muchas otras marcas en todas estas décadas.

Futura ha llegado incluso a la Luna, ya que es la fuente protagonista de la placa que los astronautas de la NASA dejaron en 1969 para anunciar que «VENIMOS EN SON DE PAZ EN NOMBRE DE TODA LA HUMANIDAD».

Sin embargo, aquí en la Tierra, cuando vemos el tipo de letra Futura, lo más probable es que estemos viendo una aproximación a la fuente. Una ramificación. Una imitación. Algunos de estos tipos de letra inspiradas en Futura llevan su nombre y otros no, pero todos tratan de reproducir el aspecto único y el reconocimiento generalizado de la fuente que la fundición tipográfica Bauersche Gießerei bautizó en 1927 como «la tipografía de hoy y del mañana».

Aunque Futura no fue la primera letra de palo seco geométrica cuando salió al mercado (Erbar-Grotesk salió en 1926; Kabel, en 1927), y aunque innumerables otras le siguieron poco después (y nunca han dejado de hacerlo), Futura consiguió hacerse un hueco muy sólido en la cultura popular, algo que muchas marcas envidiarían.

La vida pasada de Futura.

Paul Renner diseñó la Futura «real» para Bauersche Gießerei, una fundición tipográfica alemana, entre 1924 y 1926. Según sus propias palabras, el «tipo de letra idónea para el espíritu contemporáneo debe ser exacta, precisa e impersonal. Debe ser funcional y sencilla, sin aspavientos. Si es una tipografía impresa, no debe tratar de imitar la escritura a mano».

Futura no fue la primera letra de palo seco geométrica, pero su diseño magistral y sutil (junto con una inteligente estrategia de marketing) la llevaron a coronarse como la letra de palo seco geométrica. Crédito de la imagen: Fontshop.com.

Con Futura, Renner puso a nuestra disposición un tipo de letra limpia, modernista y monolínea, basada en las formas más simples: el círculo, el cuadrado y el triángulo. Sin embargo, Futura no es tan simple como parece. Renner realizó ajustes y compensaciones ópticas sutiles, magistrales y cruciales para garantizar la armonía entre todos los caracteres y facilitar la lectura. Incorporó con destreza la atemporalidad de las mayúsculas de proporciones clásicas en un diseño muy minimalista, elegante, moderno y vanguardista. Creó algo tan avanzado que sigue pareciendo contemporáneo casi un siglo después.

Futura y sus imitaciones.

En 1927, Bauersche Gießerei abrió rápidamente una oficina en Nueva York con el fin de vender Futura en Estados Unidos. La acogida del tipo de letra había sido tan buena que desencadenó una oleada de imitaciones.

En su libro, «Never Use Futura», el historiador del diseño Douglas Thomas explica la carrera desenfrenada que protagonizaron fundiciones competidoras para aprovecharse de la popularidad de Futura (algunas con licencia, otras a través de imitaciones y otras, directamente, copiando el diseño de Renner). En un principio, la única fundición autorizada para producir Futura, además de Bauersche Gießerei, era la neoyorquina Intertype. En 1930, la francesa Deberny & Peignot también consiguió la licencia para ello. Esta fundición adaptó el tipo de letra al mercado francés (incorporando ascendentes y descendentes extralargos), y llamó «Europa» a esa Futura afrancesada.

Mientras tanto, muchas otras grandes fundiciones optaron por evitar la vía de la licencia y crearon sus propias imitaciones de Futura, dándoles distintos nombres.

1927-1928: Poco después del lanzamiento de Futura, Baltimore Type Foundry creó un tipo de letra casi idéntica llamada Airport Gothic.

1929-1930: En Linotype, W. A. Dwiggins diseñó Metro y, después, la modificó para que se pareciese más a Futura.

1930: Vogue encargó a Intertype la creación de un tipo de letra similar que funcionara en sus máquinas de composición. De entre todos los nombres posibles, se llamó Vogue.

1937: Monotype lanzó Twentieth Century, otra contendiente similar a Futura, para sus máquinas de composición tipográfica.

1939: Linotype sacó su propia versión de Futura: la familia tipográfica Spartan.

Esta no es en absoluto la lista completa de imitaciones; si tuviéramos que hacerla, no terminaríamos nunca. De hecho, Futura era tan admirada e imitada (o copiada) que se convirtió más en un concepto que en una marca; algo parecido a lo que ocurre con los pañuelos, a los que muchos llamamos directamente «Kleenex».

Douglas Thomas también explica que, en un giro de marketing brillante (o reprobable, según se mire), en muchas empresas de composición tipográfica de Baltimore hicieron lo siguiente: adoptaron un enfoque similar al de los vendedores de relojes «Roluxe» en la calle, y crearon una categoría de letras de palo seco geométricas llamada «Futuria».

Justo cuando Futura ganaba impulso en 1929, el mercado de valores se desplomó y el mundo entero entró en caída libre. La Gran Depresión llevó a Estados Unidos a imponer aranceles proteccionistas sobre las tipografías importadas de Alemania. Gracias a que Bauersche Gießerei se había establecido en Estados Unidos unos años antes, pudo mantener su posición en el mercado estadounidense y seguir siendo un éxito de ventas, pese a las turbulencias económicas y a la implacable reacción de sus competidores.

Paul Renner diseñó la Futura «real», que mostramos aquí, con el objetivo de «ser simplemente lo que es, sin estridencias». Crédito de la imagen: Fontshop.com.

En 1939, profesionales estadounidenses del sector de la imprenta, la edición y la publicidad anunciaron un boicot contra lo que llamaban «tipografías nazis», es decir, tipografías originarias de la Alemania nazi. Les resultaba indiferente que el creador de Futura, Paul Renner, se hubiera opuesto abiertamente al partido nazi durante muchos años. De hecho, los nazis lo arrestaron en 1933 y tuvo que emigrar a Suiza. Lo único que les importaba era que Bauersche Gießerei era una empresa alemana, por lo que utilizar Futura estaba «prohibido». El boicot obligó a todos los compradores de tipografía a «hacer lo correcto» y optar por una de las muchas imitaciones de Futura, en lugar de destinar los fondos limpios de Estados Unidos al enemigo.

A lo largo de la Segunda Guerra Mundial, el fervor por Futura (o al menos, por el aspecto de Futura) no decayó en ningún momento. De ahí que, en la década de los 50, la legítima Futura de Bauersche Gießerei pudiera volver al mercado estadounidense y retomar su posición dominante.

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Futura era tan popular que tenía sentido ampliar el tipo de letra con más fuentes. En los años 50, Edwin Shaar, con la ayuda puntual de Tommy Thompson, diseñó una serie de nuevas versiones de Futura para Intertype. Además, diseñó la reconocida Futura Script, que Intertype lanzó en 1954. El aspecto sencillo y elegante de Futura Script se alejaba de la mayoría de los tipos de letras populares en aquel momento, que emulaban la escritura a mano y tendían a ofrecer un alto contraste. Era el complemento perfecto para las fuentes Futura originales.

Futura Script estaba bien acompañada. Las diversas fuentes Futura de Renner de los años 30 (Bold, Book, Light Oblique, etc.) incluían también tipografías de visualización reseñables: Futura Black (1929), Futura Inline (1931) y Futura Display (1933). Aunque no son las tipografías más conocidas, sin duda, son dignas incorporaciones a la familia.

Futura Black, rebautizada como Stencil en Futura Now, se muestra aquí combinada con Futura. Crédito de la imagen: Fontshop.com.

Las nuevas tecnologías trajeron consigo nuevas réplicas.

Hasta los años 50, la identidad de Futura estaba, en cierto modo, a la deriva debido a la aparición incesante de imitaciones. Por si fuera poco, se habían lanzado al mercado algunas copias directas, como las de las fundiciones tipográficas de madera, que utilizaron el pantógrafo para crear grandes letras de madera para tipografías de carteles sin molestarse en obtener ningún tipo de licencia de manos de Bauersche Gießerei.

Pese a todas estas dificultades, la integridad de Futura corrió un verdadero peligro con la aparición en escena de los nuevos sistemas de fotocomposición en los años 50 y, sobre todo, en los 60. La fotocomposición abría la puerta a la manipulación estilística, lo que fomentaba la distorsión de los tipos de letras.

Como Futura era tan conocida y popular, fue uno de los primeros tipos de letras que se proyectaron en película para su impresión. De hecho, el nombre y la reputación de Futura eran tan sólidos que algunas de sus imitaciones desaparecieron. Es más, Linotype decidió no elegir su propio tipo de letra Spartan para la fotocomposición; prefirió recurrir a la fuente auténtica, por lo que adquirió la licencia de Bauersche Gießerei.

Los estilos de composición tipográfica cambiaron con el paso de los años, y con ello, el espaciado y las formas de las letras. Con la llegada de los pantalones de campana y la música disco en los años 70, llegaron también cabeceras muy comprimidas, y ese espaciado moderno se reprodujo con la fotocomposición.

Los operarios de las máquinas también podían «falsear» la cursiva utilizando lentes fotográficas para distorsionar el ángulo del tipo de letra en formas inclinadas. Por desgracia, esto deterioró la cuidada composición y el meticuloso equilibrio de las dimensiones de Futura. Las letras se comprimieron en algunos casos y se ampliaron en otros, dando resultados que seguramente dejarían perplejo a Paul Renner.

Imitaciones en bytes.

Después, llegó la digitalización. A mediados de los 80, Futura se había digitalizado por completo y circulaba por todas partes. En todas las fundiciones se imprimía con variaciones en caracteres, espaciado y proporciones.

Pero la cosa no acaba aquí. En los últimos años, prácticamente cualquier diseñador o diseñadora tipográfico puede crear una versión de imitación para divertirse o lucrarse.

Un hilo de Reddit sobre tipografía de 2016 pone de relieve los riesgos de este tipo de actividades:

Tras un prometedor anuncio de «Una alternativa gratuita a Futura», varios usuarios y usuarias de la plataforma empezaron a hacer preguntas. Se preguntaban si debían pagar los 10 $ sugeridos por el tipo de letra o descargársela directamente sin pagar.

Justo antes de que empezaran a debatir sobre las implicaciones éticas de copiar y vender un diseño original, alguien preguntó: «¿Soy yo o la M y la W mayúsculas tienen algo raro?».

Y es muy probable que así fuera.

Ahora tenemos a Futura Now.

Después de tantas imitaciones, copias, alteraciones, digitalizaciones y nuevas copias, Futura pedía a gritos una renovación.

En estos últimos años, el equipo de diseño de Monotype se ha dedicado a estudiar y sintetizar la creación de Paul Renner en sus innumerables formas, pesos y tamaños, así como las posteriores ampliaciones de la línea Futura. Han recreado Futura de forma escrupulosa y exhaustiva para adaptarla a todas las formas en que la necesitamos hoy: desde diminutas esferas de reloj hasta enormes vallas publicitarias, desde teléfonos móviles hasta señalizaciones estáticas, y desde titulares impactantes hasta libros de lectura fácil. El espaciado específico por tamaño hace que Futura Now sea visualmente agradable en cualquier circunstancia.

«Futura Now capta la esencia de las ideas originales de Renner», afirma el director creativo de tipografía Steve Matteson. «Hemos ampliado nuestro trabajo para satisfacer las demandas de las campañas de diseño principalmente digitales, de las marcas con proyección de futuro y de los editores y editoras».

Pero ¿cómo se puede conseguir que un tipo de letra de 93 años y sus diversas descendientes consigan todo esto? Se requiere una paciencia extraordinaria, una profunda admiración por el diseño original de Futura y una enorme habilidad técnica.

Terrance Weinzierl, diseñador tipográfico sénior de Monotype, explica: «En un proyecto como este, utilizamos modelos muy específicos para crear las formas y las ajustamos para adaptarlas a los casos de uso actuales», explica. «Es muy diferente a crear un nuevo tipo de letra desde cero. Es un proceso mucho más delicado. Escaneamos muchos materiales y comparamos versiones digitales».

El diseñador tipográfico, Juan Villanueva, señala que los esfuerzos de digitalización similares al que han llevado a cabo han cambiado con el tiempo. «Al principio, se trataba principalmente de intentar hacer algo exactamente igual a la versión original de la tipografía metálica», cuenta. «Ahora, sin embargo, debes desarrollar un espectro completo de tipografías que puedan funcionar en cualquier situación. A medida que íbamos ampliando la familia, comparábamos constantemente Futura Now con la Futura original para asegurarnos de que seguían siendo fieles entre sí. En todo momento procuramos conservar la esencia de Futura».

Como parte del meticuloso proceso de análisis histórico y de cuidadosa modernización, actualizamos ciertos caracteres que habían pasado algo desapercibidos en el pasado.

Weinzierl señala que algunos símbolos no han sido realmente necesarios hasta hace relativamente poco. «La llegada de Internet ha puesto de moda la almohadilla», explica. «Cuando se desarrollaban fuentes a principios de los 90, se utilizaban símbolos genéricos, porque nadie utilizaba el símbolo de la arroba. Cuando actualizamos una fuente para el siglo XXI, nos aseguramos de que todos sus símbolos se ven bien».

En total, hay 107 fuentes Futura Now: una variedad de pesos, anchos, posturas y tamaños ópticos, así como cinco fuentes variables. Las fuentes Script, Inline, Display y Black (ahora llamada Stencil) que hemos mencionado antes también se incluyen, incluso se amplían. Además de todos los glifos que se necesitan para el griego y el cirílico.

Toda la familia funciona de forma cohesionada y ofrece flexibilidad. Es fiel a la visión y la maestría artística de Renner. Es la Futura auténtica, pero saneada, adaptada y completada. Está lista para cualquier reto.

Al igual que la original, Futura Now es un tipo de letra preparada para el hoy y el mañana (y muchos mañanas más).

 

Sara Rosinsky es una especialista en redacción creativa independiente y una amante de la tipografía que trabaja con el nombre de Shiny Red Copy. Suele compartir lecciones breves y divertidas sobre ortografía, gramática, etimología y similares en LinkedIn e Instagram, que pronto estarán disponibles en un libro titulado «Unflubbify Your Writing».

¿Sabrías reconocer a la Futura auténtica?
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