Ocho razones por las que deberías pagar por las fuentes.

Encabezado «Por qué pagar»
« Admito que empecé mi carrera profesional como diseñador usando fuentes piratas. Ahora, disfruto al comprar un nuevo tipo de letra para un proyecto porque ese dinero contribuye a que la persona que la ha diseñado pueda seguir creando. »

Tengo que confesar algo. Hace 20 años que soy diseñador, escritor y un verdadero apasionado de la tipografía, pero rara vez he compartido esto con alguien: en la universidad, circulaba sigilosamente un disco entre quienes estudiábamos diseño. En él estaba escrito con un rotulador Sharpie negro «The Full Fonty™» y contenía cientos (o, probablemente, miles) de archivos de fuentes.  

Si no recuerdo mal, el disco lo grabó un profesor invitado que trabajaba en una agencia de publicidad y se lo pasó furtivamente a uno de mis compañeros con un guiño y un gesto cómplice. Las fuentes eran robadas. Todos y todas lo sabíamos. A pesar de eso, sacamos el máximo provecho a esos archivos de fuentes en nuestros trabajos de clase de los años siguientes. Al fin y al cabo, esto ocurrió antes de que se pudieran compartir archivos de manera sencilla, cuando comprar fuentes era complicado y muchas eran excesivamente caras. Éramos estudiantes sin un duro, así que esto era ORO.

Aunque no existe justificación alguna para robar, en mi defensa diré que, en ese momento (principios de los años 2000), no existía Fontstand, Future Fonts ni Monotype Fonts. Las fuentes de prueba o los descuentos para estudiantes no eran algo común entre las fundiciones tipográficas independientes.

Por tanto, sí; admito que empecé mi carrera profesional como diseñador usando fuentes piratas. Desde entonces, he conocido y he trabajado con cientos de profesionales del diseño tipográfico, y he cambiado mi manera de actuar. Ahora, disfruto al comprar un nuevo tipo de letra para un proyecto porque sé que ese dinero contribuye a que la persona que la ha diseñado pueda seguir creando. Y si me lo permites, me gustaría intentar convencerte de que inviertas parte del dinero que con tanto esfuerzo has ganado en tipografía de calidad.  

Fonts are Software

Estás invirtiendo en software.

Simplifiquemos un poco: ¿qué son exactamente las fuentes? Básicamente, las fuentes son software. Y cuando compras un software, estás adquiriendo una licencia para usarlo. Al igual que cuando compras una aplicación móvil o usas un sistema operativo integrado en el ordenador, obtienes una licencia para usarlos en un dispositivo o sitio web.

Las licencias de fuentes pueden generar cierta confusión al principio, pero en realidad no son tan complicadas como parece. Por lo general, la licencia que adquieres es para un determinado número de dispositivos o visitantes mensuales a un sitio web. Si eres diseñador o diseñadora y estás trabajando en un sitio web que acabarás entregando, puedes comprar la licencia correspondiente por adelantado o informar al cliente de la licencia que debe adquirir. Si planificas esto de antemano, evitarás problemas en el futuro y contribuirás a que todo el mundo haga lo correcto, con lo que tu clientela se ahorrará quebraderos de cabeza.

Lo genial de las fuentes es que, al adquirir un tipo de letra de gran calidad, obtienes una excelente rentabilidad por tu inversión. De hecho, dispongo de fuentes que tienen más de diez años y todavía funcionan a la perfección en las aplicaciones actuales, mientras que, en ese mismo periodo, seguramente haya tenido cuatro o cinco teléfonos.

Las fuentes también son (obra de) personas.

Antes de ir a la facultad de diseño, nunca había prestado atención a las fuentes. Sabía que eran opciones del menú desplegable de Microsoft Word, pero desconocía que las diseñasen personas.

Pero sí, desde luego que las fuentes son obra de personas, y me complace informar de que las crean personas maravillosas que sienten una gran pasión por su oficio y han dedicado años de arduo trabajo a cada tipo de letra que diseñan. Es importante compensar a estos diseñadores y diseñadoras por su esfuerzo, experiencia y creatividad, al igual que a cualquier artista. Del mismo modo que se obtiene la licencia de una canción para un vídeo o de una foto de stock para un diseño, las fuentes deben tratarse de la misma manera.

Support When You Need It

Asistencia técnica cuando la necesites.

Aunque quizás no sea lo primero en lo que pienses, al adquirir una fuente, también adquieres derecho a recibir asistencia técnica en caso de tener problemas en el futuro. Puede que, después de usar la fuente durante un tiempo, observes que le falta un glifo que necesitas o que tienes que componer algo en otro idioma. Puedes ponerte en contacto con la persona que la ha diseñado y preguntarle si ha creado ese glifo o si ha contemplado una extensión de idioma específica. La posibilidad de hablar directamente con quien ha diseñado la fuente suele dar pie a un intercambio productivo para ambas partes y puede mejorar tu trabajo.

Contar con varios pesos y un buen kerning es muy útil.

Otro detalle sutil de las fuentes de alta calidad es la amplia variedad de pesos. Con las fuentes gratuitas, me he encontrado con que el peso negrita es demasiado intenso y el regular es demasiado ligero. Las fuentes de alta calidad suelen ofrecer varios pesos entre los que elegir, lo que resulta muy útil cuando necesitas un peso ultraligero para un uso de visualización elegante y un peso ultranegrita para causar un impacto potente. Siempre me alegra ver un tipo de letra diseñada con un peso Regular, un peso Book y un peso Medium. Esto me permite que la composición tipográfica o el logo quede justo como quiero, y dejar el trabajo duro para la tipografía.

Las fuentes de baja calidad suelen dar problemas de kerning, es decir, el espacio entre los caracteres. Si el kerning no se ajustó correctamente, notarás espacios extraños entre las letras que se vuelven muy evidentes al diseñar titulares o crear un logo. Esto implica invertir más tiempo lidiando con la fuente en lugar de usarla directamente. Al principio es molesto, pero pronto se convierte en una pérdida de tiempo y dinero, lo que resulta irónico cuando se trata de una fuente gratuita, ¿no?

Difference Between Free & Quality

¿Cuál es la diferencia entre fuentes gratuitas y fuentes de calidad?

No es ningún secreto que hay muchos sitios web donde puedes descargar fuentes de manera gratuita. También hay muchos otros sitios donde puedes encontrar alternativas a determinadas fuentes. Sin embargo, tras 20 años de experiencia en diseño, puedo afirmar que todas las fuentes gratuitas que he utilizado me han decepcionado de una manera u otra. Tal vez la fuente no tenía un carácter que necesitaba (como la fracción 1/2 o el símbolo ©) o le faltaba un estilo en cursiva.

Como con muchas cosas en la vida, tienes lo que pagas. A menudo, usar fuentes gratuitas significa que estás siguiendo los pasos de otras personas que han tomado el mismo camino. Aunque no está mal seguir un estilo visual muy usado, emplear las mismas fuentes gratuitas hace que tu trabajo sea más fácil de ignorar y pasar por alto. Esto, por lo general, no es deseable.

Setting Yourself Apart

Destaca o haz que tu clientela destaque.

Cuando diseñas para ti o para tu clientela, conseguir que el logo, el diseño o el sitio web destaquen es esencial para lograr que tanto tú como tu marca seáis especiales. La tipografía puede ofrecer una gran variedad de expresiones visuales según el tipo de letra que elijas. La tipografía puede reforzar los atributos que quieres expresar: desde cordialidad y afabilidad hasta firmeza y contundencia.

Existe una fuente que, según parece, todo el mundo quiere copiar (hay incluso un documental sobre ella): Helvetica. Así que, ¿por qué habría que pagar por Helvetica cuando se puede conseguir una fuente gratuita que se le parece mucho? La clave está en la utilidad y en tener la seguridad de que las fuentes funcionarán a la perfección. En muchas ocasiones, las fuentes gratuitas no están a la altura, puesto que carecen del juego completo de glifos, el espaciado no está bien diseñado o faltan archivos de fuentes.

Lecciones del mundo real.

A continuación, describo dos ejemplos de mi experiencia como diseñador que demuestran claramente que las fuentes de alta calidad por las que he pagado mejoraron mi trabajo.

La primera vez que trabajé como diseñador tras graduarme fue en una agencia de publicidad, en la que me encargué de diseñar un folleto grande con mucho texto y varios gráficos y tablas. Como me dejaron elegir la tipografía, me decanté por un tipo de letra que me sigue gustando mucho, FF Scala Sans, diseñada por Martin Majoor. Al diseñar ese folleto tan complicado, necesitaba un tipo de letra que funcionara para todo, desde gráficos complejos hasta el texto legal en letra pequeña que a los abogados tanto les gusta incluir. Pronto entendí la importancia de un tipo de letra de calidad: Scala Sans tiene varios pesos y una anchura condensada que fue esencial para que cupieran cientos de SKU en una sola tabla en una única página. También contaba con todos los símbolos de divisa que hacían falta y los símbolos de fracciones que el equipo de redacción creativa tenía que incluir.

Hace poco, me encargué de diseñar una regla metálica que se incluiría en un paquete regalo que se envía a la clientela cada año, y necesitaba símbolos de fracciones bien diseñados que encajaran con la precisión matemática de Pitch Sans, de Klim Type Foundry. Si se hubiera utilizado una fuente diferente cuyo diseño no incluyera fracciones, la regla habría parecido menos personalizada y menos oficial, lo que habría arruinado por completo la experiencia del regalo.

Apoya a tu diseñador o diseñadora tipográfico local.

La próxima vez que elijas fuentes, plantéate dedicar un poco más de tiempo y dinero a comprar un tipo de letra única, creada por una persona experta y que te ofrezca beneficios a largo plazo. De esa manera, no tendrás que depender de un sospechoso disco de fuentes de origen cuestionable de 2003, y podrás sentirte bien al respaldar a los y las artistas que enriquecen tu trabajo.

Este artículo ha sido redactado por Doug Wilson, diseñador, escritor, cineasta y ciclista afincado en Denver, Colorado. Doug ha trabajado con marcas como Starbucks, Herman Miller y Virgin Mobile, y ha realizado presentaciones sobre diseño, tecnología y tipografía en The New York Times, NASA Goddard, Condé Nast, TypeCon y TYPO Berlin.

Ocho razones por las que deberías pagar por las fuentes.
SE-1-6433
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