Te presentamos a Johnston100, la lengua de Londres.
Transport for London encargó a Monotype un proyecto para modernizar el tipo de letra Johnston, que ya tenía 100 años de antigüedad.
El tipo de letra Johnston lleva más de un siglo siendo la expresión tipográfica de Londres y definiendo el carácter visual del sistema de transporte público de la ciudad.
En el año 1913, el artista y calígrafo británico Edward Johnston recibió el encargo de crear una letra con una «simplicidad aguerrida» que perteneciera en cuerpo y alma al siglo XX, pero que estuviera arraigada en la tradición. El diseñador desarrolló un único grosor para el tipo de letra, cuyas proporciones se basaban en los siete trazos con forma de diamante de un lápiz, que vuelve a estar presente en el punto de la «i» y la «j».
Punto característico en forma de diamante en la «i» y la «j»
El diseño, que debutó en 1916, permaneció prácticamente invariable durante los últimos 100 años, hasta que Eiichi Kono de Banks & Miles lo actualizó para la tecnología de composición tipográfica contemporánea a finales de los años 70. Pese a algunas pequeñas adaptaciones, Johnston ha continuado definiendo el carácter y la identidad visual que tan importantes han sido para Londres, tanto para el turismo como para la población local. Para celebrar su contribución al lenguaje visual de la ciudad, un año se incluyó en la exposición centenaria que tuvo lugar en The Ditchling Museum of Art + Craft del Reino Unido, donde se destacó su posición como un clásico absoluto en el mundo de las tipografías.
Nuevas exigencias
Si bien nadie pone en duda que las letras de Johnston han sobrevivido con gran éxito a un siglo de vida, la ampliación del sistema de transporte público de Londres ha planteado nuevas exigencias para el tipo de letra. Dado que la información está presente en cada vez más medios y soportes, desde los mapas de las estaciones hasta las aplicaciones móviles, Transport for London (TfL) se encontró ante una nueva necesidad: expandir y actualizar Johnston sin poner en riesgo las intenciones originales del diseñador.
Johnston100 se encargó para utilizarse en la expansión del sistema de transporte público de Londres, desde los mapas de las estaciones hasta las aplicaciones móviles.
«Pedimos a Monotype que retrocedieran hasta los principios originales de Johnston para reflexionar sobre el presente de la fuente y descubrir qué puede haberse perdido durante estos 100 años de vida», explicó Jon Hunter, responsable de diseño de TfL.
«No queríamos rediseñarla, pero éramos conscientes de que, por distintos motivos, se habían producido algunos cambios», añadió. «Algunas de las letras minúsculas, por ejemplo, habían perdido su carácter único».
La nueva familia Johnston100 incluye cinco grosores para el diseño, incluidos dos totalmente nuevos: Hairline y Thin. Estas dos incorporaciones demuestran lo difícil que es intentar separar el esqueleto de un tipo de letra del resto de su cuerpo, algo que requiere trabajo tanto de diseño como de investigación. El resultado, especialmente en el caso de Hairline, posee un sabor contemporáneo sin debilitar sus características identificativas.
Johnston100 dispone de cinco pesos, incluidas las nuevas opciones Thin y Hairline.
La idiosincrasia entra en escena
Para regresar a las raíces del tipo de letra y conservar la identidad, Monotype designó a la directora de tipografía Nadine Chahine y al diseñador tipográfico sénior Malou Verlomme para que examinaran a fondo los dibujos de los archivos. Juntos, identificaron los elementos que se habían perdido a lo largo de años de evolución, como la cola diagonal característica de la letra «g» minúscula y la mayor anchura de la letra «U» mayúscula.
Johnston100 trae de vuelta la esencia del diseño original de Edward Johnston, como la característica cola diagonal de la letra «g» minúscula
«Las últimas versiones habían empezado a volverse algo más mecánicas y un poco uniformes», comentó Chahine. «El tipo de letra poseía algunas idiosincrasias que, pese a que nos parecían poco convencionales, eran buenas. Si conseguimos traerlas de vuelta, podríamos recuperar parte del espíritu original».
El equipo de diseño también examinó los carteles antiguos de TfL, donde solía ponerse énfasis en la alegría que podía transmitir el metro, algo que ha perdido prominencia en las comunicaciones actuales. Chahine y Verlomme esperan que el hecho de recuperar un diseño algo más ancho permita volver a incorporar la sensación de espacio tanto a la tipografía como a la experiencia de usar el metro.
«No se trata de la mecánica ni de la perfección», añadió Chahine. «Se trata de aceptar los detalles pequeños y poco convencionales».
Un compañero inseparable
TfL empezó a utilizar Johnston100 en julio de 2016. Inicialmente, el tipo de letra se utilizó en los materiales impresos, como los pósteres y mapas del metro, para luego dar el salto a los trenes y los carteles de las estaciones de TfL, incluida la línea londinense Elizabeth Line (Crossrail), que se inauguró en 2018.
«Nos gusta pensar en nuestra imagen de marca y nuestros carteles como un miembro invisible de la plantilla», declaró Hunter. «Es como tener a alguien sujetándote la mano durante todo el trayecto», comentó Chahine. «También es muy útil que el tipo de letra y el lenguaje de diseño se diferencien de todo lo demás».